DESCANSA EN PAZ REINALDA DEL CARMEN PEREIRA PLAZA
Este jueves 31 de octubre tuvo una energía distinta, la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema ratificò de manera definitiva las condenas contra 31 ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por el secuestro calificado de Reinalda del Carmen Pereira Plaza, tecnólogo médico y militante del Partido Comunista, Reinalda tenía cinco meses de embarazo cuando fue detenida el 15 de diciembre de 1976, mientras esperaba locomoción colectiva en la actual comuna de Macul, permaneciendo desde entonces en calidad de detenida desaparecida.
En palabras del abogado querellante, Nelson Caucoto, "este fallo tiene una enorme importancia por la cantidad de condenados a penas de presidio efectivo , pues se trata de una sentencia moderna basada en el derecho internacional que rechaza la amnistía, prescripción y media prescripción”.
Reinalda Pereira es recordada por su compromiso con los derechos humanos y su labor como profesional de la salud en el Hospital Sótero del Río, donde también desempeñó un rol activo como dirigente gremial. Su secuestro, ocurrido durante una ola de represión contra opositores políticos, fue parte de un plan sistemático de persecución. El fallo judicial no solo reivindica su memoria, sino que también simboliza un acto de justicia histórica, en un contexto donde muchos crímenes cometidos por la DINA y otros organismos represivos aún esperan ser esclarecidos.
La presidenta del Departamento de Jubilados del Colegio de Tecnólogos Médicos, la Tecnólogo Médico Eliana Rojas, quien fue profesora de Reinalda Pereira, destacó el compromiso y el sentido de justicia que caracterizaban a su exalumna.“Reinalda era una estudiante comprometida y con un profundo sentido de justicia. Ver hoy que su nombre y su memoria reciben este acto de justicia es una reparación para ella, para quienes la conocieron y para todo nuestro gremio. Su vida y ejemplo nos enseñan que la defensa de los derechos humanos debe ser una causa que abrace nuestro ejercicio profesional”, expresó Rojas.
Además, subrayó que, aunque el fallo llegó con mucho retraso y los responsables probablemente ya tengan 70 años o más, el peso de la conciencia por haber dañado cruelmente a una madre y a su hijo en gestación es el mayor castigo que pueden enfrentar.
DESCANSA EN PAZ REINALDA DEL CARMEN PEREIRA PLAZA
La historia de Reinalda es emblemática dentro de la comunidad de tecnólogos médicos y el país. En vida fue una activa defensora de los derechos laborales y su legado ha sido honrado con la inauguración de espacios: una placa conmemorativa en 1991, en la plaza del Hospital Sótero del Río; el Centro de Imagenología Mamaria del Hospital Barros Luco, que lleva su nombre desde 2017 y en 2022 la comuna de Macul aprobó el cambio de nombre de la calle Suboficial Fabriciano González Urzua por el de Reinalda del Carmen Pereira Plaza, lugar donde fue detenida en 1976.
Estos lugares sirven hoy como espacios de memoria y reflexión, no sólo para recordar a Reinalda, sino también para inspirar a las nuevas generaciones en la defensa de los derechos y la dignidad humana.
El Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile reconoce a Reinalda como un ejemplo de compromiso gremial, profesional y ciudadano. Su historia nos recuerda la importancia de construir una sociedad basada en el respeto a los derechos humanos y en la defensa de la dignidad humana.
El premio que destaca a colegas destacados en el ámbito gremial lleva su nombre grabado para que todas las generaciones conozcan su historia de lucha, señala nuestra actual presidente Teresa Pino Collipal. Hoy, más que nunca, su vida y legado son una piedra angular para nuestro gremio, un símbolo de resistencia y de lucha incansable por la verdad y la justicia.
Si bien este fallo está muy lejos de hacer real justicia al sufrimiento del que fue víctima nuestra colega Reinalda Pereira Parra, ya que su cuerpo nunca fue encontrado, y su marido ya no está entre nosotros para verlo, es un reconocimiento de la veracidad de los terribles crímenes que sufrieron muchos compatriotas en dictadura y que fueron negados durante tantos años, señala Pino.
Hoy, a casi 48 años de aquel 15 de diciembre de 1976, podemos decir humildemente, descansa en paz estimada colega, nosotros nunca te olvidaremos.
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