El Día Internacional de la Mujer no surge de un hecho concreto, sino que ha sido el fruto de más de cien años de movimientos feministas, luchas colectivas y trabajos en silencio para lograr una igualdad económica, social y laboral legítima para las mujeres. 8M: LA TAREA CONTINUA

Hay que remontarse a finales del siglo XIX y principios del XX para recordar las primeras manifestaciones. En 1910, se realizó la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas donde se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.  Los objetivos principales eran promover la igualdad de derechos, y el sufragio para las mujeres. Luego se sumaron otros propósitos de lucha ante el incidente ocurrido en Nueva York el 25 de marzo de 1911 “El desastre en la fábrica textil de Triangle Shitwaist” que obligó a realizar cambios que se fueron logrando en el transcurso del tiempo como ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Al contextualizar lo que se ha logrado después de estos hechos lamentables a lo largo del tiempo, el llamado es a no bajar la guardia, aún sigue la vulneración a los derechos y deberes fundamentales de las mujeres, la violencia de género ha aumentado en cifras considerables durante la pandemia, lo que obliga a fortalecer las redes de mujeres, a expresar y denunciar cualquier acto que atente contra nuestra integridad, física, psicológica e intelectual.

Comisión de Género

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