N CAMBIO DE MENTALIDAD: QUE EL CUIDADO DEL OÍDO Y LA AUDICIÓN SEA UNA REALIDAD PARA TODO EL MUNDO.T.M. Gonzalo Cuellar Muñoz, MSP
Académico Departamento de Tecnología Médica Universidad de Chile.
Servicio de Otorrinolaringología Clínica Santa María.
Cómo cada año, el 3 de marzo conmemoramos el día mundial de la audición. Hoy, el llamado es a erradicar las ideas erróneas y estigmatizantes sobre la audición, la pérdida auditiva y el cuidado del oído. Bien señala el Director de la OMS, Dr. Tedros Adhanom que "la pérdida de audición ha sido calificada a menudo de 'discapacidad invisible', no solo porque no se acompaña de síntomas ostensibles, sino también porque durante mucho tiempo las comunidades la han estigmatizado y los responsables políticos la han ignorado".
Este evento que hemos promocionado y analizado desde hace varios años, busca la concientización de la población a través de estrategias de comunicación efectivas y con respaldo científico. Es por eso que este año los objetivos girarán en torno a 3 ejes:
1. Llamar la atención sobre las ideas erróneas frecuentes en la comunidad y entre los proveedores de atención de salud con respecto a los problemas de oído y de audición
2. Ofrecer información exacta y basada en la evidencia para transformar la manera como la sociedad percibe los problemas de oído y de audición
3. Alentar a los países y a la sociedad civil a combatir las ideas erróneas y las posturas estigmatizantes respecto de la pérdida de audición como paso crucial para lograr un acceso equitativo al cuidado del oído y la audición
Ya el año pasado destacaba el desarrollo del Plan Nacional de salud Auditiva y cuidado del oído para Chile (2021 - 2030) como una orientación en la atención audiológica en nuestro país, fortaleciendo la red de salud a través de equipamiento, infraestructura y recurso humano, promoviendo el trabajo multidisciplinario e intersectorial con el fin de mejorar la respuesta de parte del Estado a las necesidades en salud auditiva de la población.
A pesar de lo antes mencionado y los avances del último tiempo, aún estamos lejos de poder gozar de acceso universal en atención audiológica, incluyendo posibilidad de diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y seguimientos oportunos y eso, lamentablemente, aumenta la brecha de desigualdad, ya que coarta la posibilidad de desarrollo y alcance del máximo potencial social de las personas. Un primer paso para disminuir estas inequidades, es evidenciar la importancia de la audición y la salud auditiva durante todo el ciclo vital, desde la vida intrauterina hasta la adultez mayor, solo así, se logrará instalar esta temática en la opinión pública, ya que el primer paso para la creación de un programa, plan o inclusive, una política a nivel país, es responder a una necesidad de la sociedad en su conjunto o a un grupo de ella, permitiendo alternativas de acción a través de una formulación coherente, considerando los siguientes tópicos:
✓Coordinación espacial: ¿Dónde debemos potenciar la salud auditiva a través de acciones concretas?
✓Coordinación temporal: ¿Cuál es el momento indicado para realizar acciones en salud auditiva?
✓Viabilidad política: ¿Existe conocimiento y apoyo sobre las iniciativas en salud auditiva de parte de actores políticos, de la sociedad civil y/o tomadores de decisiones?
✓Viabilidad financiera: ¿Existen los recursos para poder llevar a cabo un plan de acción?
Una forma de responder al llamado de cambio de mentalidad que nos plantea la OMS es trabajar no solo desde las diferentes y múltiples disciplinas científicas, técnicas y sociales, sino que desde la experiencia de quienes conviven día a día con las alteraciones de la audición, son ellos(as) quienes pueden entregar la visión de cómo la sociedad responde y trata a las personas con hipoacusia y a sus familias.
Desde el año 2022 se encuentra en el Congreso la Ley de Hipoacusia, la cual promueve la prevención, rehabilitación y plena inclusión social de la población que padece pérdida auditiva. Esta propuesta nace de las vivencias y dificultades no solo en acceso, tratamiento y rehabilitación experimentadas por una persona con hipoacusia, sino que también por la falta de empatía del propio Sistema de Salud, confirmando que las alteraciones de la audición son invisibles, aún para quienes nos desempeñamos en el ámbito sanitario. El siguiente paso para esta Ley es ser discutida por la Comisión del Adulto Mayor y Discapacidad del Senado.
Son muchos los desafíos que tenemos por delante como profesionales de la salud y más allá de nuestras competencias disciplinares, se hace urgente la participación activa en instancias de discusión y toma de decisiones relacionadas con audición con el objetivo de ayudar a visibilizar y responder a los requerimientos de quienes padecen hipoacusia para así trabajar en la disminución de las inequidades en salud.
Siendo la audición relevante en muchos aspectos de nuestra vida, como el contribuir al desarrollo cognitivo, al lenguaje hablado, a las relaciones interpersonales y participación social, a la escolaridad e inclusive al pensamiento abstracto, es primordial promover su importancia y considerar que cualquier decisión que se tome a nivel legal, normativo y/o personal debe ser informada y basada en la mejor evidencia disponible, es por eso que debemos ir más allá de la ejecución de programas y procedimientos aislados en la gestión del diagnóstico y la enfermedad y ver a la audición y a la hipoacusia como un eje transversal en nuestras vidas, solo así, se puede combatir la discriminación y promover la real inclusión.
Finalmente, debemos mantener vigente nuestro compromiso de velar por la salud de la población desde todas nuestras áreas de desempeño, a través de la participación y colaboración con distintos actores de la sociedad.