QUIEN BUSCA SOLUCIONES, LAS ENCUENTRA; QUIEN NO, SOLO EXCUSAS
“Salud es la mayor riqueza”, “mente sana en cuerpo sano”, “mejor es prevenir que curar”, dicen filosofías o viejos adagios, haciendo sentido en este año al lema OMS del Día Mundial de la Salud 2024: «Mi salud, mi derecho». Ambos conceptos, podríamos asimilarlos a la idea de la salud como un derecho universal y parte de los derechos humanos fundamentales.
Tras dos terribles guerras mundiales en el siglo pasado, un 07 de abril de 1948 se funda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Han pasado 76 años desde la creación de este organismo de salud multilateral y que a sus países miembros entrega orientaciones con evidencia científica y recomendaciones que puedan incorporar a sus gobernanzas y realidades locales, colaborando en crear políticas públicas para abordar y disminuir las enfermedades y en las personas crear hábitos saludables.
La OPS con fecha 07.04.2024 escribe en su página web el siguiente extracto: “El Consejo de la OMS sobre Economía de la Salud para Todos ha descubierto que al menos 140 países reconocen la salud como un derecho humano en su constitución. Sin embargo, los países no están aprobando ni poniendo en práctica leyes que garanticen que sus poblaciones tengan derecho a acceder a los servicios de salud. Esto respalda el hecho de que al menos 4.500 millones de personas (más de la mitad de la población mundial) no estaban completamente cubiertas por servicios de salud esenciales en 2021.
El tema de este año fue elegido para defender el derecho de todos, en todas partes, a tener acceso a servicios de salud, educación e información de calidad, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decentes, y libertad de la discriminación”.
QUIEN BUSCA SOLUCIONES, LAS ENCUENTRA; QUIEN NO, SOLO EXCUSAS
Al analizar estas décadas con un pensamiento crítico y reflexivo, evaluando los avances para ejercer el derecho a la salud en Chile, con un modelo de provisión mixta (público-privado) y cruzándolo con algunos principios relevantes y reconocidos tales como si nuestra salud es oportuna, accesible, equitativa, de calidad y segura, si además abarca todo el ciclo vital de la persona sin discriminaciones, sin listas de espera indignas y si aborda nuestra multidimensionalidad como ser humano y multiculturalidad como nación, una conmemoración nos brinda una gran oportunidad para preguntarnos ¿dónde estamos? ¿mejor, igual, peor?,¿qué aprendimos de la reciente pandemia por COVID19?,¿los avances tecnológicos, legislativos y políticas, van de la mano con los recursos que se necesitan? ¿damos respuesta a los desafíos de los determinantes sociales y ambientales para la equidad en la salud? en una sociedad cambiante en lo laboral, cultural, demográfico, epidemiológico, etc. QUIEN BUSCA SOLUCIONES, LAS ENCUENTRA; QUIEN NO, SOLO EXCUSAS
- Sensatamente un tema de tal magnitud sólo es posible abordarlo como equipo de salud de manera interdisciplinaria, además en conjunto con los distintos actores de la sociedad civil organizada y en los poderes del estado, alineando esfuerzos y recursos tangibles e intangibles en este gran desafío como país que aspira al desarrollo, el bienestar y la felicidad de todos los suyos, y en especial de aquellas personas más vulneradas.
En nuestro rol como Tecnólogas y Tecnólogos Médicos de Chile, mucho hemos aportado y podemos comprometernos a este gran desafío que inspira el lema OMS “mi salud, mi derecho”, dado los amplios escenarios - privado/estatal - de desempeño profesional en que participan todas nuestras especialidades y menciones, donde volcamos a diario nuestra vocación de servicio tanto de manera individual como grupal, en la promoción, prevención, diagnóstico y el tratamiento de usuarios y pacientes, además de participar en el ámbito educativo en salud y vinculación con el medio en los centros formadores de la educación superior, necesitamos fortalecer nuestro Colegio Profesional y las diversas asociaciones en las Regiones a lo largo del país, siendo lo más efectivo organizarse, denunciar las malas prácticas y continuar aportando de manera constante y ética, analizando y comprendiendo la realidad con la recolección y procesamiento de datos actualizados, desarrollar más la investigación e innovación, publicar, y así aportar desde nuestra mirada en dar una respuesta integral a las grandes necesidades de nuestros pacientes, las familias y comunidades del país -del mundo- que piden a diario poder ejercer plenamente, el derecho a mi salud.