La Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (Apis) acusa que los hospitales demoran hasta 300 días en pagarles, lo que ha generado, en algunos casos, la suspensión de los suministros. Este es uno de los principales eslabones de la cadena que termina con profesionales pidiendo “prestados” elementos quirúrgicos a otros recintos. Los coletazos del millonario déficit traspasa los aspectos administrativos para poner en jaque a los pacientes.
En el Hospital Base de Valdivia han llegado a escasear el alcohol y los apósitos para curaciones. Así lo sostiene Ignacio Espinoza, miembro de la Asociación de Enfermeros del recinto, quienes se han declarado “en alerta”, tras denunciar la falta de insumos como consecuencia de las facturas pendientes que mantiene el establecimiento con distintos proveedores.
Se trata de una situación generalizada en el país, sostienen los funcionarios de distintos recintos de salud, y que si bien no es nueva, se ha agudizado en el último año, cuando la deuda con proveedores llegó a $ 358 mil millones, como parte del déficit de $ 801 mil millones que alcanzó la cartera durante 2018.