Este año fue inaugurada la Carrera de Tecnología Médica de la Universidad Católica del Maule -cuyo Director es el T.M. Andrés Cabezas-, con casi 80 entusiastas y apasionados jóvenes. Viajamos hasta esa zona y conversamos con algunos de ellos para saber qué piensan y qué sienten al comenzar esta nueva etapa de sus vidas. Aquí sus testimonios.
Daniel Bobadilla se levanta todos los días a las 05:40 porque vive en la localidad de Molina y debe tomar el bus temprano para viajar hasta Talca. Sin embargo, se lo toma con mucho ánimo, disciplina y con objetivos claros. Respecto a sus recorridos diarios, nos comenta "Sabía que iba a ser agotador, es un poco complicado porque por ejemplo en la mañana nos venimos por Lircay, lo que suma unos 20 minutos más de viaje, o sea me demoro como una hora 20 en llegar acá, pero aunque aún no me acostumbro mucho, ya lo voy a hacer". En alusión a este nuevo mundo de la universidad y de la carrera, recalca que " espero poder adaptarme bien y ayudar a mejorar el entorno de la radiografía, ver si se puede investigar para que los rayos no hagan tanto daño a las personas". Para ello, en el futuro se vislumbra de la siguiente manera "me imagino practicando ya, trabajando, pero si se llega a dar la oportunidad estudiando más. Por ejemplo, sacando algún magister o algo similar".
Y es que estos jóvenes, casi todos de 18 años, tienen dos denominadores comunes muy marcados, la búsqueda de la especialización académico-profesional y una prístina vocación por contribuir a mejorar la atención de salud de la población, como lo señala Sofía Núñez, talquina de nacimiento, cuando le preguntamos por qué decidió estudiar Tecnología Médica "me gusta el área de ayudar a las personas. Aunque soy más científica, me gusta más la física, de todas formas intento hacer el esfuerzo por hacer un bien a la sociedad. Me acuerdo que una vez un primo mío tuvo un tema de salud, le tomaron radiografías y no le encontraban la causa, le daban solo pastillas y al final, después de tiempo e insistencia, se dieron cuenta que tenía un problema que debía ser operado. Entonces yo también quiero encontrar una forma de que los rayos no sean tan dañinos, pero al mismo tiempo quiero que estos procedimientos sean más específicos al momento de buscar y encontrar problemas en el cuerpo humano".
Respecto a cómo ha sido este breve tiempo que llevan en la vida universitaria, la exalumna del Colegio María Auxiliadora de la capital regional, Javiera Barría, nos comenta que "ha sido difícil porque uno está en el proceso de adaptación todavía, en primer año estamos viendo cómo son los profesores y sus métodos. Es muy distinto al colegio, entonces hay que acostumbrarse, pero esta es una universidad de calidad y los profes son acordes a ella". Sobre sus planes, sonríe y detalla "yo espero salir de esta carrera siendo una profesional de calidad, con buenos principios y valores, que también se crean en la casa, pero la universidad te da mucho por aprender".
En este grato y genuino recorrido por conocer la verdad de estos estudiantes, nos encontramos con uno que tiene experiencia en cuanto a la universidad, dado que ya incursionó en una carrera del área de la salud. Se trata de José Garretón, quien a sus 20 años demuestra tener más claridad en este mundo y se explaya en ello "entré a estudiar Tecnología Médica, primero que todo, porque esta vez tuve la opción de escoger, antes había estudiado Enfermería en la Universidad Autónoma. Siempre me ha gustado el área de la salud, siempre me ha intrigado cómo funciona el cuerpo humano, lo que nos rodea, todo lo que es la vida. Y qué mejor forma de descubrirlo que a través de las ciencias, que es el fuerte de esta carrera y desde un laboratorio. Así voy a poder observar y comprender mejor las cosas". Sobre sus expectativas en este nuevo desafío, nos detalla "que la universidad me entregue las competencias que ando buscando, lo que también depende mucho de mí. Pero simplemente que me preparé bien para poder enfrentar el futuro que estoy esperando, porque tengo muchas metas y objetivos".
En tanto, Marcela Segura con evidentes rasgos de un incipiente liderazgo juvenil, nos adelanta que escogió esta carrera porque advirtió que existe un déficit de Tecnólogos Médicos y se toma el tiempo para detallarnos qué es lo que la sociedad debe exigir de estos profesionales "la universidad nos da múltiples herramientas, pero nosotros tenemos que desarrollar muchas habilidades blandas y eso no se encuentra en cualquier persona, aunque sea la más inteligente del mundo. Si alguien no tiene habilidades blandas, no sirve para atender en salud porque eso es lo falta aquí en Chile. Si uno es como egocéntrico y se preocupa solo de uno mismo, terminas solo, uno necesita socializar y ayudar a las personas". Ahondando en las diferencias que se dan en la atención de la salud pública y privada, agrega " la atención no debería ser diferente, debería ser la misma y eso le falta a muchas personas que se dedican a este gremio".
Consultados por la acogida que han tenido en este tiempo en la UCM dicen al unísono"¡grata!". Coinciden en que el Director Andrés Cabezas, los ha recibido muy bien y les ha ofrecido su ayuda en las todas dudas que les han surgido en este periodo. También resaltan que todo el cuerpo docente se destaca por calidad, profesionalismo y apoyo permanente.
Como vemos, la nueva oleada de estudiantes de Tecnología Médica en la Región del Maule exhibe una mística y entusiasmo invaluable, lo que nos permite augurar un muy futuro para nuestra carrera en esa zona del país.
¡Los felicitamos y les deseamos mucha suerte en todo lo que se les viene en el futuro!