Magíster en Salud Pública
Por tercer año se celebra el día internacional de la audición. En esta fecha generalmente se hace un recuento de la incidencia y prevalencia de la sordera (o hipoacusia), cómo con la edad y la exposición a ruidos (ya sea laboral o por entretenimiento) nos lleva a perder la audición con el paso de los años y cómo podemos prevenir esta pérdida, al menos en parte. día mundial de la audición DIA MUNDIAL DE LA AUDICION
En esta oportunidad me gustaría reflexionar sobre la importancia de este sentido. ¿Se ha imaginado ser sordo? Aunque no lo crea no puede hacerlo y se lo voy a tratar de explicar lo más brevemente posible.
día mundial de la audición DIA MUNDIAL DE LA AUDICION
Para comenzar los niños que nacen sordos no aprender a hablar porque esta actividad se aprende imitando las voces que se oyen, por otra parte el pensamiento abstracto es verbalizado. Los oyentes pensamos con palabras y a través de la audición nos comunicamos con los seres que nos rodean.
La gran folclorista Violeta Parra lo expuso bellamente en su canción “Gracias a la vida”; ella dice: Gracias a la vida que me ha dado tanto, me ha dado el sonido y el abecedario, con él las palabras que pienso y declaro: madre, amigo, hermano y luz alumbrando la ruta del alma de mi bien amado.
Por otra parte, cuando cerramos los ojos podemos imaginar lo que es ser ciego, pero los oídos no los podemos “cerrar”, ni siquiera al dormir y por ello no experimentamos la sordera; como dice Violeta Parra “Gracias a la vida que me ha dado tanto me ha dado el oído que en todo su ancho graba noche y día grillos y canarios, martillos, turbinas, ladridos, chubascos y la voz tan tierna de mi bien amado”.
Debemos recordar que la audición tiene varios aspectos: uno la detección de la onda sonora que requiere de oído normal; otro el procesamiento de esa señal detectada que necesita que el sistema nervioso auditivo funcione correctamente y por último lo que hacemos y cómo interpretamos lo oído.
Por lo tanto la sordera o hipoacusia no sólo significa oír menos sino que además puede haber diferentes grados de distorsión. Es así como cuando le solicité a un paciente sacarse los lentes, él inmediatamente se sacó los dientes. Esto ocurrió porque oyó mi voz pero no fue capaz de discriminar correctamente la palabra lentes.
Podemos imaginar algún grado de hipoacusia usando protectores auditivos, así nos daremos cuenta de lo difícil que es oír sonidos de baja intensidad (sonoridad), no obstante la distorsión no la podemos experimentar y nos cuesta entender cómo la persona con hipoacusia no entiende lo que le decimos. Los adultos mayores dan una explicación muy simple de lo que son para ello estas distorsiones: los jóvenes hablan mal, modulan mal, yo los oigo pero no los entiendo.
Menos aún nos podemos imaginar la gran molestia que le ocasionan algunos ruidos. La distorsión es tan grande que pequeños incrementos en la intensidad del sonido le ocasiona a las personas con hipoacusia gran molestia. De ahí que se puede oír a una persona sorda decir: soy sorda pero por favor no me grite.
Aunque es normal tener algunos ruidos en los oídos que, por lo general, son pasajeros, en las personas con pérdida auditiva (hipoacusia) estos ruidos en los oídos o acúfenos son comunes y tan molestos que pueden llevar a serios problemas de salud mental.
La tecnología en audífonos e implantes cocleares pueden ayudar a solucionar algunos problemas pero no reemplazan una audición normal, por lo cual debemos cuidar nuestros oídos no exponiéndonos innecesariamente a ruidos de alta intensidad y frente a cualquier problema acudir el médico otorrino o solicitar una audiometría.
Buena salud auditiva a todos en este importante día
Día mundial de la audición