Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer fue la principal causa de muerte a nivel mundial en 2020, con aproximadamente 10 millones de fallecimientos. Dentro de este panorama, el cáncer de mama se destacó como el más frecuente, con alrededor de 2,26 millones de casos diagnosticados y 685.000 muertes atribuidas a esta enfermedad, lo que refleja una prevalencia de 16 casos positivos por cada 100 mujeres a nivel global. EL CÁNCER DE MAMA: UN DESAFÍO GLOBAL Y NACIONAL
En Chile, la incidencia del cáncer de mama es de 55 casos por cada 100.000 mujeres, convirtiéndolo en la principal causa de muerte entre ellas. Afortunadamente, esta enfermedad está cubierta por la Ley de Garantías Explícitas en Salud (GES), lo que garantiza un acceso oportuno y de calidad a los tratamientos. La detección temprana del cáncer de mama es crucial, ya que mejora significativamente la tasa de supervivencia, permite realizar cirugías menos invasivas y reduce la necesidad de tratamientos agresivos como la quimioterapia o radioterapia, disminuyendo así la morbimortalidad asociada.
Un Enfoque Inclusivo en la Detección del Cáncer de Mama
El cáncer de mama no solo afecta a las mujeres, sino que también puede presentarse en hombres, aunque representa solo el 1% de los casos y, en ellos, suele ser más agresivo. Un fenómeno similar se ha observado en la población LGTB que recibe tratamiento hormonal durante su transición, aunque los estudios sobre este grupo son aún limitados a nivel mundial.
Tradicionalmente, se considera que las mujeres mayores de 50 años tienen mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, se ha detectado un aumento en la incidencia de esta enfermedad en mujeres menores de 40 años, lo que subraya la necesidad de aumentar la concienciación y el acceso a exámenes preventivos en este grupo etario.
Diversos factores ambientales y de estilo de vida, como la obesidad, el consumo de alcohol, antecedentes familiares de cáncer de mama, exposición a la radiación, así como el consumo de tabaco, pueden incrementar el riesgo de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, es fundamental señalar que la mayoría de los casos se presentan en mujeres sin factores de riesgo identificables.
Tecnólogos Médicos: Clave en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama.
El rol del Tecnólogo Médico es esencial en la detección y manejo del cáncer de mama, tanto de manera visible como detrás de escena. Son responsables de realizar la mamografía de tamizaje, la ecografía mamaria y llevar a cabo procedimientos como la punción o biopsia mamaria, donde las muestras son procesadas en anatomía patológica.
Además, participan en estudios genéticos para descartar factores hereditarios y en la realización de resonancias magnéticas para la etapificación de la enfermedad. Su implicación se extiende a la planificación y ejecución de tratamientos de radioterapia, asegurando un enfoque integral en el cuidado de las pacientes. Su expertiz es vital para mejorar los resultados en la detección y tratamiento del cáncer de mama.
Recomendaciones y conclusiones.
Al promover una cultura de prevención y detección temprana, contribuimos a la salud y bienestar de nuestra comunidad:
- Es crucial que toda persona menor de 40 años controle sus regiones mamarias y mamas con Ecografía Mamaria y Resonancia Magnética de Mamas, en forma anual.
- La primera Mamografía debe hacerse a la mujer a partir de los 35 años de edad, a la mujer trans (sin cirugía de masculinizacion torácica o con reducción mamaria) y hombre trans cuando inicien su tratamiento hormonal; y el hombre cuando presente malestar a nivel de las regiones mamarias o éstas le crezcan.
- La mamografía es un examen anual, que se realiza en la mujer a partir de los 40 años de edad, a la mujer trans (sin cirugía de masculinizacion torácica o con reducción mamaria) y al hombre trans a partir de los 2-3 años con tratamiento hormonal.
- Las mujeres trans que se realizaron cirugía de masculinizacion torácica deben controlarse anualmente con ecografía mamaria o resonancia magnética de mamas.
La detección temprana es clave en la lucha contra el cáncer de mama, y un enfoque proactivo en la salud mamaria puede marcar la diferencia en los resultados.La educación y el acceso a exámenes preventivos son fundamentales para empoderar a todas las personas en la identificación y atención de posibles anomalías.